miércoles, 8 de julio de 2009

Nubes nubes, y nubes

Si, como solemos dar por sentado, las nubes no tienen forma (les atribuimos otras figuras por analogía: mira cómo ese Tigre se convirtió en Perro y luego resultó que era un Flautista), si las nubes no tienen forma, ¿cómo llegamos a discernir, casi sin la sombra de una duda, que aquello es una nube?

(Extraño ha de ser que alguien compare a un perro con una nube: mira ese animal cómo se mueve, hasta parece una nube!)